Pablo Rodríguez, dirigente de Don Ito, destacó que "uno, hoy en día tiene en cuenta todo el contexto y de esa manera crea proyectos que sean viables". "Para mí la política no es mala palabra, pero está muy bastardeada, lamentablemente hay políticos que llegan engañando al vecino, haciendo promesas que ni siquiera analizan", destacó.
Si hablamos de trabajo en el barrio, permanencia en las inundaciones y proyectos que involucren el tiempo de los vecinos/vecinas, Don Ito, la organización social del pueblo de Morse, es referente en este área. Con el pasar de los años ha sabido permanecer vigente con ideas y proyectos nuevos que innovaron la manera de realizar la tarea solidaria y social.
Pablo Rodríguez, voluntario, fundador y según el dicho de sus compañeros, el coordinador de la organización, en diálogo con este medio detallo acerca del trabajo que realizó en la mencionada entidad y como su voluntariado lo llevo a brindar su ayuda a lugares impensados, qué encontró en la ayuda comunitaria y como se sostiene en este modo de vida mas allá de los años y las circunstancias que lo atraviesan.
-Ya varias veces se te ha consultado por el voluntariado que realizas y tu modo de vida con respecto al mismo, pero siempre hay personas nuevas que leen, ¿nos podrías comentar el porqué de esta forma de hacer trabajo comunitario y de manera tan intensa?
-Si es cierto siempre me consultan por eso… creo que muchos no entienden el voluntariado, lamentablemente vivimos en una sociedad donde siempre se realiza a cambio de algo. Yo hace casi 6 años que formo parte de DON ITO, pero anteriormente estuve en Pensar Junín, 3 años aproximadamente, donde aprendí muchísimo y crecí, va al menos yo así lo siento.
El voluntariado es una forma o cultura de vida, pero este último tiempo yo creo que lo hemos, por decirlo de alguna manera, modificado; digo esto porque los proyectos que se organizan o piensan primero tienen como actor fundamental al vecino/a y porque ya no somos ajenos a la realidad social, política y económica en la que vivimos. Uno, hoy en día tiene en cuenta todo el contexto y de esa manera crea proyectos que sean viables.
Pero retomando un poco tu pregunta, ser voluntario o trabajar para la sociedad, para transformarla y quizás dejarla un poquito mejor que como la encontramos, te llena de humanidad… es difícil expresarlo con palabras, porque solo se siente, es como una sensación de felicidad, si es eso es felicidad y amor por el otro, te hace feliz que a tu par le vayan bien las cosas, que la persona que tenes al lado progrese, que se sienta a gusto. Y entonces todo el tiempo trabajas para eso, para acompañar, escuchar y transformar realidades; comenzas a darte cuenta que con muy poco podes cambiar esas realidades.
Hay ejemplos muy gráficos, no se, son muchos recuerdos, pero siempre cuento el mismo, el abuelo de Barrio Norte que logro jubilarse por moratoria, donde acompañamos todo el trámite y ayudamos a concretarlo hoy goza de buena salud, se hace atender y hasta nos habla y nos conoce… porque logro tener un mejor servicio de salud y un acorde tratamiento farmacológico ya que su jubilación y su nueva obra social así se lo permitieron, esto es ganar en derechos y cambiar realidades, esto dignifica a ese otro.
También podría nombrarte los proyectos de Abordaje Sobre Comunidades Excluidas, donde los chicos de la Comunidad San Ignacio se han sumado como voluntarios para ayudar a la sociedad, esa misma sociedad que lamentablemente muchos años los excluyo y los discrimino si se quiere. Hoy ellos, están realizando obras de voluntariado para colaborar, para sumar, y la sociedad entiende en cada entrega y obra que se realiza que esos chicos son parte, que están mejorando su realidad y que siempre las oportunidades debemos dárselas entre todos. Y así esa visión distorsionada y excluyente que la sociedad posee se transforma.
O no sé, hubo vecinos este último mes y jóvenes que se acercaron a la sede a colaborar en el armado de kits. Eran esos mismos vecinos que muchas veces recibieron ayuda y hoy quisieron ser ellos también parte de este mar de compromiso social, esos jóvenes con los que jugamos y compartíamos la merienda en tantas tardes de juegos y recibieron el mensaje de que tenemos que ser parte de una nueva sociedad donde todos asumamos el compromiso para con el otro.
Nombraste a la política en esta parte, ¿qué opinas de la misma?
-A ver, esto es una opinión personal, para mí la política es una herramienta que debería generar transformaciones sociales. No es mala palabra, todo lo contrario, el tema es que estamos acostumbrados a idealizar a las personas o referentes políticos y después queremos que se vayan todos.
Debemos analizar el modelo político que se propone porque después nos lamentamos; obviamente ese modelo de país tiene que incluirnos a todos y todas, y creo que eso es lo más difícil, porque a cada uno le interesa mantener lo suyo y no mira al que tiene a su lado.
Regresando al trabajo social que se realiza desde la Organización DON ITO, ¿qué marcarias como pendiente o como futuros proyectos?
-Es difícil de contestar, hay muchas cuestiones o problemáticas por resolver. En lo personal, estoy y creo que en general estamos abocados a instalar la problemática del déficit habitacional de nuestra ciudad. Es una cuestión que no podemos negar, hay que urbanizar los barrios y generar planes de viviendas. Pero para urbanizar barrios hay que conocer de las herramientas nacionales, provinciales y municipales con las que se cuenta.
Y cuando hablo de herramientas me refiero en primer término a la ley 14449, una ley provincial que garantiza el acceso justo al hábitat y que crea un pozo para esto, y al hablar de hábitat no nos referimos a la vivienda solamente, sino que también a todo lo que rodea a la misma; llámese cordón cuneta, servicios básicos regularizados, asfalto, espacios de esparcimientos, etc…contar con todo eso sería urbanizar un barrio. Ojo entiendo que se hace paso a paso, pero debe hacerse respetando estas normativas vigentes. También soy consciente que debemos planificar la ciudad con los/las vecinas, haciéndolos participes de las decisiones que se toman en torno a estas cuestiones. Por otro lado como ya señalaron los profesionales y gestores de estas normativas, es necesario implementar nuevas formas de trabajar el hábitat, y es en esa etapa donde nos hemos sumado como organización local, sumando nuestra adhesión a la nacionalización de la ley 341; para esto tenemos pensada una nueva jornada, que permita a todos y todas comprender él porque es necesario nacionalizar esta herramienta que con tanto esfuerzo y lucha consiguieron los compañeros del MOI (Movimiento de Ocupantes e Inquilinos) en CABA.
Por otro lado, no podemos ser indiferentes a lo que nos apremia en este momento, que son el aumento de merenderos y comedores en la ciudad. Desde nuestro lugar tratamos de visitarlos y entregar las donaciones que se nos hacen, pero al ser tantos la ayuda termina siendo poca.
Pablo, te voy a ser una pregunta que quizás te resulte incomoda, pero que estaría bueno que la respondas ¿Cómo es tu vida personal?
-No me incomoda para nada, la verdad tengo una vida como cualquier persona, trabajo por la mañana, y ya deje de cursar, estoy por recibirme, si todo sale como lo tengo pensado, de Trabajador Social. Obviamente trato de capacitarme con diferentes herramientas, y el estar tan conectado con organizaciones me permite poder sumarme a iniciativas educativas relacionadas con lo social todo el tiempo.
Tengo una familia que me apoya, amigos y amigas que me bancan y obvio ese grupo de voluntarios que entregan todo en cada tarea.
Por último, para cerrar ¿pensaste en algún momento en convertirte en un dirigente político?
-Me gastan todo el tiempo con eso mis amigos y amigas, pero la verdad es algo que no me quita el sueño. Vuelvo a repetirte para mí la política no es mala palabra, pero está muy bastardeada, lamentablemente hay políticos que llegan engañando al vecino, haciendo promesas que ni siquiera analizan, y todos/as terminan odiando, por decirlo de algún modo, la política, cuando en realidad los que la mal utilizan son las personas.
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