Hamed presentaba lesiones en su rostro que sería de "arañazos" con dedos y quemaduras en sus manos. En tanto, Liliana Ortega presentaba signos de haberse defendido con la mano derecha y signos de asfixia mecánica por extrangulación. AUDIO.

La doctora Mirta Mollo, integrante del cuerpo pericial forense en nuestra ciudad, fue quien realizó la autopsia de Liliana Ortega, a las 8 de la mañana del domingo 16 de agosto de 2015, diez horas después de que fuera hallada sin vida en el interior de su vivienda quemada en calle Bozzetti 60. Antes de eso, a la una de la madrugada había elaborado un informe luego de ver a Alfredo Hamed en la comisaría Segunda donde había sido conducido en calidad de aprehendido.

Hamed presentaba lesiones en el rostro sobre la comisura labial, reciente, vital  además de otras en la cara, en la zona izquierda y dos en la cercanía de la mandibula, además de otra en la zona media del cuello de tres a cuatro centímetros, todas recientes, no cicatrizadas en el momento de ser examinado por la doctora Mollo.

A su vez tenía la mano derecha enrojecida y la misma "estaba más caliente" por inflamación describió la perito médica. También tenía quemadura superficial en la mano izquierda y presentaba
dos dedos con mayor exposición al fuego, además de abultamiento de la piel por cercanía de la llama, todas lesiones recientes.

"Solamente el fuego provoca esas lesiones en la mano", dejó en claro la doctora Mollo durante la segunda audiencia del juicio oral y público contra Alfredo Hamed por el femicidio de Liliana Ortega que esta semana se desarrolló en el cuarto piso del edificio de Tribunales y que estuvo a cargo de los jueces integrantes del Tribunal Oral Criminal 1 (TOC) del Departamento Judicial Junín.


LA AUTOPSIA

Por otra parte, en relación a la autopsia realizada al cuerpo sin vida de Liliana Ortega, la doctora Mollo señaló que el cuerpo estaba carbonizado en la parte anterior salvo en una pequeña zona anatómica, ya que estaba de espaldas, apoyada en el piso, con el foco de calor encima o alrededor del cuerpo.

De los estudios realizados se desprendió que la víctima utilizó la mano derecha para defenderse y sobre el cuerpo señaló que presentaba signos de asfixia mecánica por extrangulación. En este tramo, la médica habló de lesiones profundas en el cuello y se pudieron identificar lesiones compatibles con asfixia.

Señaló también que el incendio provocó un shok en la víctima que no pudo ser rechazado por el cuerpo porque presentaba signos de asfixia. "El primer mecanismo ya era idóneo para causar la muerte", especificó la perito médico en la audiencia ya que el ahorcamiento fue de intensidad severa ante la fuerte compresión y no tenía capacidad de sobrevida. "Lo habitual -ante un caso de estas características en relación al método de ahorcamiento- es encontrarse con una persona fallecida", especificó la doctora Mollo ante los jueces del Tribunal Oral Criminal 1.

Idénticos conceptos tuvo la doctora María Inés Juria, también profesional integrante del Instituto Forense de la Procuración quien mencionó en la audiencia del martes del juicio oral que la pericia anatómo patólogica arrojó que todas las lesiones en la parte del cuello de Liliana Ortega eran vitales y que las mismas pudieron haber producido perdida de conciencia. Dos detalles más aportados por la doctora Jurio fue que la asfixia fue por perdida de oxígeno y que inhaló oxígeno con residuos..