Pidió prestado un celular a un conocido que vivía cerca porque había perdido el suyo. Lo encontró y se fue. Después de bañarse en su casa, fue aprehendido por un móvil policial.

El fiscal Javier Ochoaizpuro en su alegato de este miércoles, posiciona a Alfredo Hamed en su casa, bañandose "para borrar todo rastro del ADN de Liliana Ortega, tras la pelea", según indicó en su alocución ante los jueces del Tribunal Oral Criminal 1 de Junín que llevan adelante el juicio por el crimen de la mujer el sábado 15 de agosto de 2015.

El Gol tras el incendio (Foto Junín24)

Pero antes de eso, alrededor de las 22.30, se lo sitúa y el mismo reconoce en el lote baldío de calle Lugones y Almirante Brown, a unas pocas cuadras de la casa de calle Bozzetti 60 donde falleció Liliana.

La oficial de policía Nadia D´Ambrosio concurrió esa noche al lugar donde se estaba quemando el Gol, respondiendo a una llamada recibida en el servicio de emergencia 911. De esta manera llegan a un lote baldío ubicado en calle Niñas de Ayohuma y Ameghino donde constataron el incendio de un automóvil, el Gol blanco robado por Hamed en el mediodía del viernes 14 frente a un super Chino de avenida Rivadavia.

Luego de que los bomberos terminaron su labor, se acercó un hombre, identificado como Luciano Francesetti- quien declaró como testigo en la audiencia del martes 31 de octubre quien comentó a los policías que permanecían en el lugar que un hombre de tez trigueña, delgado le había pedido prestado el celular para llamar al suyo dado que se le había caído en las inmediaciones. El testigo lo reconoció como inspector de tránsito apodado "El turco".

Inmediatamente se cursaron los datos del vehículo a radioestación y se comprobó que tenía pedido de secuestro activo debido al robo ocurrido el día anterior (Causa de robo automotor). Al cursarlo vía radial la oficial D' Ambrosio escuchó que por radio un compañero suyo del entonces Comando de Patrullas Comunitario (C.P.C), actual Comando Patrullas, estaba identificando a un sujeto de similares características.

El oficial de policía Marcelo Refollo -también declaró el martes- fue quien aprehendió a Hamed. Describió a los jueces la forma en que lo encontró y dónde estaba.

Refollo, iba en su móvil esa noche, cuando tras conocer las novedades del incendio de la casa donde vivía Liliana Ortega y el siniestro del Gol a unas pocas cuadras a la vez que se lo estaba buscando ya a Hamed, un automóvil se le puso a la par en calle Alberdi y el chofer le dice al policía que había visto al "Turco" caminando por calle Larrory.

Acompañado por el vehículo, el móvil policial se dirige al lugar mencionado y al llegar a calles Larrory y Bozzetti, lo divisa, doblando unos pocos metros a contramano y procede a interceptar al ahora imputado y aprehenderlo, mientras el automóvil se retira de la escena.

"Iba por calle Bozzetti, cruzando la calle cuando lo aprehendí" relató el policía quien mencionó que observó que tenía las manos quemadas. Desde allí lo conduce al ex inspector municipal a la sede de la Comisaría Segunda en calidad de aprehendido.

HABIA PERDIDO EL CELULAR

Francesetti fue uno de los primeros en llegar al lugar donde estaba incendiándose el vehículo ya que vive a pocos metros del terreno baldío. A el -a quien Hamed conocía desde hacía tiempo por vivir en el mismo barrio- el ahora imputado le pasó el número de su celular para que usando el equipo del vecino pudiera rastrear y encontrar el suyo ya que se le había caído mientras quemaba el Gol.

El celular resultó estar a unos cinco a seis metros del auto incendiado. El testigo mencionó que la casa de Hamed está a unas cinco a seis cuadras del predio donde el Gol se destruyó por el fuego provocado.

EL ALLANAMIENTO A LA CASA DE HAMED

Luego de su aprehensión, el domingo 16 se realizó un allanamiento en la casa de Alfredo Hamed a cargo de personal del gabinete investigativo de la Comisaría Segunda. En el lugar la policía secuestró un pantalón que estaba para ser lavado, cerca de un lavarropas y halló la documentación del Volkswagen Gol robado el viernes 14 del Super Chino por el mismo Hamed.