Militantes juninenses del Partido Justicialista; Oscar Farias, Dr. Juan Manuel Serrano, profesor Leonardo Ridolfi, Gabriel Álvarez, Hugo Suarez, Natalia Andrini y Celina Neculpan, se pronunciaron en torno a la situación actual del Justicialismo en cuanto a la conformación de sus autoridades.
La nota, entregada a JUNINDIGITAL, expresa lo siguiente:
UNIDAD NO SIGNIFICA LISTA ÚNICA
En el amplio espacio del Movimiento Nacional Justicialista creemos que todos tenemos un lugar. En los últimos tiempos han surgido agrupaciones de extracción justicialista, como el Frente Renovador, el Frente para la Victoria y Unidad Ciudadana, con la posibilidad de acrecentar a sus filas sectores independientes, socialistas, comunistas, ex comunistas, radicales y sectores que provienen de la izquierda popular; pero no nos imaginamos a Felipe Sola o a Massa en Unidad Ciudadana. Pero sí éstos, al movimiento justicialista.
Desde las vivencias pasadas podemos reconstruir el Peronismo en sus diferentes expresiones y desde allí construir esa nueva mayoría que se cristalice en un gran Frente donde puedan confluir Unidad Ciudadana, Frente Renovador, Frente Para la Victoria, Movimiento Evita, y muchas otras tendencias que hacen a un solo objetivo.
Nosotros, los que suscribimos esta nota, venimos de un Peronismo que no tiene el concepto de "Jefe", porque no somos soldados, somos Militantes, no nos mandan, nos conducen. En el peronismo siempre hubo conducción, un líder. "Conducir no es mandar, es persuadir" en la concepción de Juan D. Perón.
Hoy se ha banalizado la palabra unidad, unidad no significa "Lista Única".
El peronismo pasó, en la década de los años 80, por un proceso de renovación que encabezó Antonio Cafiero junto a otros compañeros que hoy serían muy valiosos.
Creemos que necesitamos un nuevo proceso de reconstrucción donde formemos parte todos los justicialistas, por este motivo nuestro espacio político no llegó a un acuerdo con la “Lista Única” propuesta por La Cámpora en la persona del compañero Mazzutti y de Gustavo Traverso, aliados a sectores gremiales y al espacio creado por el abogado Oscar Romero.
Dejando en claro que no personalizamos esta etapa, pero consideramos que no pueden quedar afuera del Proceso de “Unidad y Renovación”, sectores amplios del sindicalismo, agrupaciones barriales, decenas de militantes, compañero(a)s que han ocupado cargos legislativos y partidarios y que conforman y engrandecen nuestro Movimiento.
Por lo tanto, debemos repensar métodos sectarios que se utilizan, tal vez inconscientemente, y que nos llevan a la fagocitosis partidaria.
Tenemos una gran doctrina social que nos ha permitido ejecutarla en beneficio del pueblo. Y es, desde esta premisa, que nos lleva convencidos que no debemos permitir usar al Justicialismo o al Peronismo como una marca, donde cualquier neófito entra y cualquiera sale sin ningún costo.
Nos parece loable el esfuerzo de buscar el camino de la unidad. Si bien es cierto que estos acuerdos de “listas únicas” pueden lograr un pequeño paso, no alcanza para integrar a la mayoría, porque representa un pequeño sector, una cabeza dentro de un agujero que deja el cuerpo afuera.
El accionar político de La Cámpora y Kolinas en nuestra ciudad ha cosechado más desilusiones que victorias, pero su mayor fracaso es haber, en 12 años, descuidado la formación ideológica de los jóvenes en los barrios, en las cooperativas y en los lugares de trabajo, a pesar de contar con todas la herramientas.
No dejamos de reconocerle cierta representatividad, pero en un proceso de renovación no pueden liderarlo en soledad porque hay que tener una mirada más abarcativa, menos limitada y representar a los sectores que siempre representó el justicialismo: los trabajadores, los excluidos, los pequeños y medianos productores, y a la industria nacional.
Este Gobierno neoliberal cree que hay que crecer endeudándose a costa de la inmolación de los más humildes. Es un modelo que habla de bajar el costo laboral, como su mayor premisa, que cree que el sacrificio lo deben hacer los sectores más bajos, donde los más pobres, los que no tienen riquezas, los que sólo tienen un salario o una changa, son los que reciben los tarifazos de los servicios básicos como luz, gas y agua. Y es hacia este sector al que apuntan, facilitándoles a los empresarios los despidos laborales. Cuando en Argentina hay facilidad de despidos, no sólo se ahorran dinero, sino que se disciplina a la clase trabajadora.
Este gobierno ha sido el que le ha beneficiado la vida a los grupos económicos que lo apoyaron en la campaña. Es un gobiernos de Gerentes distribuidos en estamentos de poder que creen que la Argentina tiene que ser gobernada por los más ricos, porque creen que ellos hacen a la Argentina y el resto son solo populistas que luchan por derechos. Éste el verdadero desafío que tenemos los Justicialistas por delante.
Por eso es que reiteramos la necesidad de un nuevo proceso de reconstrucción donde también estén los justicialistas a la misma altura que la Cámpora y Kolinas.
Y solamente, volveremos a sentarnos a dialogar cuando estén representados todos los actores de la nación peronista.
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