El resultado de la autopsia de Camila Borda se conoció durante las primeras horas de esta mañana y confirmó que la nena de 11 años asesinada en Junín murió por estrangulamiento, pero que antes fue abusada sexualmente. El único sospechoso del crimen, Carlos Varela, no tiene antecedentes penales y sigue detenido en General Viamonte.
"Estaba escuchando música fuerte cuando llegó la Policía", contó a TN el fiscal de la causa, Sergio Terrón, sobre el momento de la detención y detalló: "No los quería dejar entrar al baño porque decía que había un caño roto". El acusado estaba nervioso, sin remera y con sangre en las manos.
Finalmente lograron acceder y fue entonces cuando encontraron el cuerpo de Camila en la bañera, atada y con una bolsa en la cabeza. El informe de los forenses determinó que la víctima tenía heridas defensivas en su cuerpo, que había sido violada brutalmente y que murió de un paro cardiocirculatorio traumático secundario por asfixia mecánica.
Varela, de 40 años, vivía solo y "en condiciones precarias" desde hace meses en la quinta de la calle Arias al 1500, en calidad de casero. "Su entorno familiar es bastante cerrado", sostuvo Terrón, quien ya se contactó con ellos y manifestó que describieron al imputado como una persona "callada y con reacciones violentas".
"Ellos cuidaban mucho a las niñas de la familia", advirtió el fiscal, y ese dato no pasó desapercibido en la investigación. Si bien trascendió que Varela tendría antecedentes por el delito de secuestro, esto no pudo ser confirmado todavía.
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