Carlos Varela, el principal sospechoso del femicidio de Camila Borda, era conocido por los vecinos de Junín como el acosador del barrio. Una mujer que vive cerca de donde apareció muerta la nena de 11 años contó que el detenido de 40 años se sentaba debajo de los árboles para observar a los chicos. Además, en una ocasión llamó a su hija de 3 años para que entrara a su casa.
"Hace tres días, Lola salió a la vereda y me dijo que Varela la llamaba y le hacía señas", denunció Mayra en diálogo con TN. "Por suerte volvió a casa. Ella no es de salir tanto afuera", relató la mujer. Después de que la nena le contó que el hombre la invitó a su casa, ella la metió dentro de la vivienda y cerró con llave.
Una situación parecida se vivió ayer a las 11 de la mañana sobre la misma calle Arias al 1500, del barrio Ricardo Rojas, en la cual Varela trabajaba como sereno en una quinta. Camila había salido en bicicleta para comprar pan y en una parte del trayecto se cruzó con el hombre que aparentemente la convenció para que entrara a su casa.
Después de que la nena no regresó, su mamá fue a la comisaría 1ra. de Junín a las 15.45 para realizar la denuncia por averiguación de paradero. Inmediatamente, la policía montó un operativo en la zona para ubicarla y se entrevistó con los vecinos de la zona. Ellos le dijeron que vieron la bici de Camila en la puerta de la casa del sospechoso.
Cuando los efectivos abrieron la puerta del baño de Varela se encontraron con la nena dentro de la bañera con una bolsa de nylon en la cabeza, un cable alrededor del cuello y las manos atadas. El informe de los forenses confirmó que murió por un cuadro de asfixia y que presentaba signos de intentos de defensa. Además, la autopsia confirmó que antes de matarla su asesino abusó sexualmente de ella.
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