La ausencia total del alumbrado público es una deuda gravísima que se tiene en este sector donde hace una semana se desataba la peor de las pesadillas. 

Frente a la esquina del horror se termina la poca iluminación que existe en la zona de calle Arias al 1550, a partir de alli hasta la avenida Circunvalación comienza lo que se denomina "boca de lobo". Lo único que iluminan son las luces de los frentes de las casas que así tienen.

No existe alumbrado público en la zona comprendida por aproximadamente diez cuadras.

Es el sector donde vivía Camila junto a su familia hasta el domingo pasado en que se desató la peor de las pesadillas, lo que nunca nadie se imaginó.

La ausencia del alumbrado público, tan necesario e indispensable para mejorar la seguridad, es una de las más grandes deudas que tiene el municipio con los habitantes de este barrio.

La solidaridad declamada por el intendente Pablo Petrecca debe cristalizarse en hechos concretos como la satisfacción de este tan importante reclamo vecinal.

El pastor Angel Gabriel Villalba, vecino del lugar, así relató a JUNINDIGITAL la experiencia que significa caminar sin nada de alumbrado público.