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En lo que va de 2019 en Junín, hubo cuatro suicidios y dos tentativas de quitarse la vida
Todos son hombres. Uno de ellos era agente del servicio penitenciario. Una estadísticas que debe preocupar. Las víctimas tienen entre 27 y 53 años de edad.
Una estadística que debería encender luces de preocupación se viene registrando en nuestra ciudad. Es la vinculada a la cantidad de suicidios o intentos de suicidio que se suceden en nuestra ciudad desde el principio de año.
En la mañana de este miércoles 27 de marzo, personal policial concurrió a una vivienda de calle Gandini 207 luego de recibirse un llamado al servicio de emergencias 911 donde habría una persona fallecida.
Al llegar, los efectivos del Comando Patrullas se encontraron con familiares del hombre que permitieron identificarlo como Luis Junco, de 53 años cuyo cuerpo pendía de una cuerda de tipo nylon del cuello, colgándose desde el balcón de su domicilio ubicado en el primer piso hacia el patio.
Lamentablemente ya no tenía signos de vida cuando llegó la policía. Se solicitaron peritos médicos de policía y se informó a la fiscalía de turno
Hace diez días, el sábado 16 de marzo, a las 19.25, el servicio de emergencia 911 recepcionó un llamado alertando sobre un suicidio en una vivienda de calles Sáenz Peña y Juez Stamboni.
Al llegar al lugar, los policías se encontraron con una persona de 31 años identificada como Julio Federico Ochoa, quien estaba colgando de tirante del techo con un camble en la habitación de la casa.
Trascendidos indicaban que Ocho, padre de cuatro hijos se habría separado ayer de su pareja. Al tomar conocimiento la fiscalía 5 dispuso realizar una operación de autopsia en el cuerpo del hombre y la causa fue caratulada como averiguación causales de muerte.
El sábado 23 de febrero a las 12.20, tras recibirse un llamado al servicio de emergencias 911, personal del Comando Patrullas se acercó a una vivienda de calle Pasaje Junín entre Marrull y José Hernández donde se encontraron con el cuerpo de un hombre tendido en el suelo de una habitación sin signos vitales y con marcas en el cuello.
Inmediatamente se solicitó la asistencia de una ambulancia de la empresa Intermed cuyo médico constató el deceso de José Luis Rodríguez, de 29 años de edad. El cuerpo del hombre fue encontrado por su hija de 10 años quien dio aviso a su madre la cual concurrió al domicilio mencionado dado que no convivían.
El 16 febrero, sábado, por la tarde, personal del Comando Patrullas concurrió a una vivienda en calle Cichero 231, luego de recibirse un llamado al servicio de emergencias 911 de parte de vecinos de la casa que alertaban sobre un olor nauseabundo.
En el lugar, en un departamento interno vivía una persona con problemas de salud la cual hacía varios días que no lo habían visto. Ante esto, tras forzar la puerta, se encontraron que el hombre había fallecido y estaba sobre un colchón en el suelo. Se trataba de Juan Iparraguirre, de 30 años de edad quien es agente del servicio penitenciario y cumplía tareas en la Unidad Penal 49, el cual padecía problemas cardíacos y tenía colocado un estén.
INTENTOS DE SUICIDIO
El miércoles 23 de enero, personal policial que realizaba su patrullaje habitual por la zona, observó bajo el puente de la avenida Circunvalación, lindante a las vías del ferrocaarril, a una moto que estaba aparentemente abandonada.
Al acercarse vieron a un hombre que estaba pendiendo parcialmente del puente, en el lateral izquierdo del mismo, y que había sujeta su remera con nudo a un hierro que sobresalía de la estructura del puente y el otro extremo a su cuello.
De inmediato, los policías lograron sujetar al hombre y liberarlo cuando ya presentaba una marca en su cuello y su rostros se tornaba de color morado debido a la falta de oxígeno.
Se le realizó maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) y se lo estabilizó mientras se aguardaba la llegada de la ambulancia de Intermed, siendo posteriormente trasladado al Hospital Interzonal de Agudos.
El 8 de enero se produjo una tentativa de suicidio que demandó la intervención policial en la noche de ese martes, en un departamento ubicado en la torre 8 del complejo habitacional FOETRA.
En el lugar un joven de 27 años de edad, habría intentado quitarse la vida provocándose un corte en las muñecas con una gillette. De inmediato fue trasladado por ambulancia de Intermed al Hospital Interzonal de Agudos "Abraham Piñeyro" para su rápida atención y afortunadamente está fuera de peligro.
El médico de policía determinó lesiones leves. Tomó intervención la fiscalía 2 de turno iniciándose una causa por "Tentativa de suicidio".
QUE ES EL SUICIDIO. SUS CAUSAS
El suicidio, ponerle fin a tu propia vida, es una reacción trágica a situaciones de vida estresantes; más trágica aún porque el suicidio puede prevenirse. Si estás pensando en suicidarte o conoces a alguien que esté teniendo sentimientos suicidas, aprende a identificar los signos de advertencia del suicidio y a comunicarte para buscar ayuda y tratamiento profesional de inmediato. Puedes salvar una vida; la tuya o la de otro.
Puede parecer que tus problemas no tienen solución y que el suicidio es la única forma de poner fin al dolor. Pero hay algunas medidas que puedes tomar para mantenerte a salvo y volver a disfrutar de la vida.
Los signos que advierten sobre el suicidio o los pensamientos suicidas incluyen lo siguiente:
Hablar acerca del suicidio, por ejemplo, con dichos como “me voy a suicidar”, “desearía estar muerto” o “desearía no haber nacido”
Obtener los medios para quitarse la vida, por ejemplo, al comprar un arma o almacenar pastillas
Aislarse de la sociedad y querer estar solo
Tener cambios de humor, como euforia un día y desazón profunda el siguiente
Preocuparse por la muerte, por morir o por la violencia
Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación
Aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas
Cambiar la rutina normal, incluidos los patrones de alimentación y sueño
Hacer actividades arriesgadas o autodestructivas, como consumir drogas o manejar de manera negligente
Regalar las pertenencias o poner los asuntos personales en orden cuando no hay otra explicación lógica para hacerlo
Despedirse de las personas como si no se las fuera a ver de nuevo
Manifestar cambios de personalidad o sentirse extremadamente ansioso o agitado, en especial cuando se tienen algunos de los signos de advertencia que se mencionaron con anterioridad
Los signos de advertencia no siempre son obvios y pueden cambiar de persona a persona. Algunos dejan en claro sus intenciones mientras que otros guardan en secreto sus pensamientos y sentimientos suicidas.
Cuándo debes consultar con un médico
Si tienes pensamientos suicidas, pero no estás pensando en hacerte daño a ti mismo en lo inmediato:
Acércate a un amigo cercano o un ser querido, aunque sea difícil hablar sobre tus sentimientos
Comunícate con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu comunidad religiosa
Llama a la línea directa de asistencia al suicida
Programa una consulta con tu médico, un profesional de salud mental u otro profesional de atención médica
Los pensamientos suicidas no desaparecen por sí solos, así que busca ayuda.
Causas
Los pensamientos suicidas pueden tener distintas causas. Con mayor frecuencia, los pensamientos suicidas pueden ser el resultado de sentimientos que no puedes afrontar cuando se presenta una situación abrumadora en tu vida. Si crees que no hay esperanzas en el futuro, puede que pienses, equivocadamente, que el suicidio es una solución. Es posible que experimentes una especie de estrechez de criterio donde, en medio de una crisis, sientas que el suicidio es la única salida.
También puede existir una propensión genética al suicidio. Las personas que cometen suicidio o que tienen pensamientos o conductas suicidas suelen tener antecedentes familiares de suicidio.
Factores de riesgo
Aunque los intentos de suicidio son más frecuentes entre las mujeres, los hombres son más propensos a completar el suicidio ya que tienden a usar métodos más letales, como las armas de fuego.
Tal vez corras más riesgos de suicidarte en los siguientes casos:
Si ya has intentado suicidarte antes
Si te sientes desesperanzado, inútil, agitado, aislado de la sociedad o solo
Si te sucede una situación estresante, como la pérdida de un ser querido, el servicio militar, una separación o problemas financieros o legales
Si tienes un problema de consumo de sustancias; el abuso del alcohol y las drogas puede empeorar los pensamientos suicidas y hacerte sentir lo suficientemente temerario o impulsivo como para actuar en función de tus pensamientos
Si tienes pensamientos suicidas y tienes acceso a armas de fuego en tu hogar
Si tienes un trastorno psiquiátrico no diagnosticado, como depresión grave, trastorno de estrés postraumático o trastorno bipolar
Si tienes antecedentes familiares de trastornos mentales, abuso de sustancias, suicidio o violencia (que incluye abuso sexual o físico)
Si tienes una enfermedad que se puede asociar con la depresión y los pensamientos suicidas, como una enfermedad crónica, dolor crónico o una enfermedad terminal
Si eres lesbiana, gay, bisexual o transgénero y no encuentras apoyo en la familia o estás expuesto a un entorno hostil
Antecedentes de conflictos con el cónyuge o con la pareja
Problemas familiares de naturaleza legal o financiera por los que se esté pasando
Antecedentes de problemas de salud mental, en particular la depresión
Abuso de alcohol y drogas
Acceso a armas de fuego
Consumo de antidepresivos y mayor riesgo de suicidio
En general, la mayoría de los antidepresivos son seguros, pero la Administración de Alimentos y Medicamentos exige que todos los antidepresivos tengan advertencias de recuadro negro, la advertencia más estricta para los medicamentos recetados. En algunos casos, niños, adolescentes y adultos menores a 25 años pueden presentar un incremento de comportamientos y pensamientos suicidas si consumen antidepresivos, especialmente durante las primeras semanas o cuando se modifica la dosis.
Sin embargo, recuerda que es más probable que los antidepresivos reduzcan los pensamientos suicidas a largo plazo, ya que mejoran el estado de ánimo.
Prevención
Para ayudarte a evitar pensar en el suicidio:
Busca el tratamiento que necesites. Si no tratas la causa de fondo, es posible que los pensamientos suicidas regresen. Aunque puedas sentirte avergonzado de buscar tratamiento para problemas de salud mental, el tratamiento adecuado para la depresión, el abuso de sustancias u otro problema de fondo te hará sentirte mejor acerca de la vida y ayudará a mantenerte a salvo.
Crea una red de apoyo. Hablar de los sentimientos suicidas puede ser difícil, y es posible que tus amigos y familiares no comprendan completamente por qué te sientes de ese modo. Procura conectarte con ellos de todas formas, y asegúrate de que las personas que se preocupan por ti sepan lo que está sucediendo y estén a tu lado cuando las necesites. También es recomendable que busques ayuda en la comunidad religiosa, en grupos de apoyo o en otros recursos disponibles en tu comunidad. Sentirte conectado y contenido puede ayudar a reducir el riesgo de suicidio.
Recuerda que los sentimientos suicidas son temporales. Si te sientes desesperanzado o sientes que seguir viviendo no vale la pena, recuerda que el tratamiento puede ayudarte a recuperar la perspectiva y a mejorar tu vida. Tómalo con calma y no actúes impulsivamente.
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